miércoles, junio 28, 2006

Si tan sólo

los sueños

no tuvieran

la capacidad

de volverse

pesadillas

algunos...

...y a veces

viernes, junio 23, 2006

VOLVERÉ

Y si busco, encuentro
Y si espero, llega
Y si miro dentro, comprendo afuera
Y si caigo, me levanto
Y si lloro después vienen las risas
Y si todo lo veo negro, surge la luz
Y si veo la luz, allí me esperas.
entonces sé a donde dirigirme

Porque por amor permites
que me aleje,
que me pierda,
que me dañe,
que me esconda,
que me ahogue,
que me equivoque,
que aprenda.

Porque por ese mismo amor
te mantienes allí en espera,
ansioso de que vuelva.

sábado, junio 10, 2006

TU MOMENTO

Llegué media hora antes, en esta ocasión fui puntual (cosa rara en mí), había poca gente merodeando; dijeron que abrirían las puertas en unos minutos más, lo que prosiguió fue dirigirme a la puerta trasera a mirar desde allí, se apreciaba otra perspectiva, resultó curioso tantos años estudié allí y nunca me había sentido tan orgullosa; el viento caliente de la ciudad me hizo volver al frente del edificio; en eso vi el vaivén de un gato enorme, gordo y hermoso ¡qué chistoso! ¿qué hacía un gato en ese edificio tan añejo, tan lleno de cultura y con aire de misterios?, sonreí pensando que era un buen presagio: ¡Todo saldría bien!, ya que un gato anda por aquí para presenciar el triunfo de quien se proclama la reencarnación de Ra.
Al llegar de nuevo al recinto ya se estaba llenando la antesala, minutos después llegó tu familia, sólo hizo falta tu hija en ese gran momento, quien de haber ido habría estado atenta a tu presentación y quizá hasta hubiese querido subir al escenario a hacerte compañía.
Ya era tiempo, a las ocho en punto se abrieron las puertas y todos ansiosos entramos, al cruzar el umbral se anunció la primera llamada, el lugar olía a historia, un aroma a que se detuvo el tiempo unas décadas antes; elegí la esquina de la última fila al lado derecho tal como lo hacía en las aulas de la Universidad cuando compartíamos algunas clases y siempre te sentabas a lado fastidiando; el lugar era perfecto, se apreciaba todo tan exacto y la luz tenue se prestó a mis divagaciones, al mirar a tu familia acomodarse del lado izquierdo en las primeras butacas y a uno de tus mejores amigos, sólo los íntimos entonces me sentí tan afortunada, debido al gran honor de haber sido requerida para ese tu gran momento, en este espacio y tiempo por el que tanto luchaste, costándote sacrificios, vencer obstáculos, cansancio, desvelos y tantas cosas más que sólo tú sabes, eso sin contar los últimos meses en los cuales te cambiaron tus planes para ese gran momento, y luchaste contra la frustración y desasosiego que eso te provocó, al fin de cuentas no sería como lo idealizaste, pero no podías abandonarte en el último paso de realizar tu sueño. El sólo hecho de que me hayas permitido estar allí y contemplar tu triunfo, fue a la vez un triunfo para mí, y no me refiero solamente a la batalla librada contigo unos días antes sino de que “me abrieras la posibilidad en tu corazón de querer compartir tu momento conmigo”.
Y también divagué pensando cómo estarías detrás del telón, qué pensamientos pasaban por tu mente, quizá el tiempo se detuvo para ti o fuiste presa de los recuerdos revueltos con buenos deseos y nervios que corrían a mil por hora tal como la sangre en las venas que invadían tu ser con adrenalina, o podría ser que no, que sólo tenías la mente en blanco y en actitud de total formalidad que hacía que quien te viera le fueras irreconocible, fue entonces que la misma conclusión de otras veces llegó a mi mente ¡qué poco te conozco! Que no puedo adivinarte detrás del telón, lo cual no lo menciono en tono de reproche, de cualquier manera lo que necesito saber de ti lo sé, para quererte y para que seamos amigos.
La tercera llamada me sacó de mi ensimismamiento, el cual era tal que no me di cuenta de cuando dieron la segunda.
Presencié una presentación, luego otra y al fin saliste a escena, pretendiendo estar relajado, y empezó el momento mágico, ese que se envuelve sólo de los sentimientos que nos unen y el arte que salía de tus dedos, dibujando una sonrisa en los que te queremos y un brillo en los ojos que se adivina como orgullo, y fue cuando te expresaste, lo hiciste, lo lograste, sentí tu interpretación tan íntima, tan introspectiva, tan delicada y suave, yo sé poco de eso, pero así lo sentí, eran las composiciones que hiciste tal vez tenían ese matiz pero aún así creo que reflejaba lo que quisiste hacer con ellas entonces ese sacred Aria de Bach y the swallow de Bermuiller resultaron mucho más de lo que esperabas o de lo que nos advertiste, a nosotros nos pareció maravilloso, hasta leve me pareció el tiempo, al terminar se reflejaba la satisfacción en tu rostro, aplausos brindándote la energía que retroalimentaba lo que nos habías regalado con las melodías.

¡Definitivamente ese fue un gran día!



¡FELICIDADES ROBERTO!
Tu muy orgullosa amiga
Maligna
Shely color cake