viernes, agosto 10, 2012

AL SUFRIMIENTO

Es un craso error no reconocer que estoy sufriendo; creo que como parte de la vida, el sufrimiento, llega un momento en el que exige ser reconocido, lo digo yo que en 40 años he intentado de todo, mejor dicho lo he tratado todo, he ignorado el sufrimiento, lo he hecho más grande, lo he minimizado, lo he desdeñado, lo he alebrestado, lo he gritado, lo he callado, le he hecho altares, ritos y rituales y a veces hasta procesiones; le he puesto flores para adornarle, lo he extirpado, lo he escondido, me he avergonzado de él, lo he maquillado, lo he sepultado,  y ante todas estas tretas y estrategias,  el sufrimiento es.
Sufrimiento, esta no es una estrategia más, creyendo que así pasarás rápidamente, ni lo tomes como una declaración soberbia de que esto es lo correcto, es sólo que he tomado la determinación de vivirte y padecerte como tal, al igual que a la alegría, se recibe con brazos abiertos o como cuando me deleito con placer exacerbado a la nostalgia; es por eso y para eso que, lo reconozco: “estoy sufriendo y mucho”.
Por supuesto, me encantaría tener la entereza de María en el calvario o ya de perdida, la férrea determinación de Guido Orefice en la Vita è bella.
Pero no, no tengo ni la una ni la otra, no soy ni lo uno ni lo otro, nada heróico hay en mí, considero necesario aclarar que no me estoy tirando al suelo para que alguien me levante, a fin de cuentas como todo es cuestión de fe, y fe es lo que menos tengo a estas alturas, no creo que exista alguien que pueda levantarme y hasta eso, que estoy de pie; no he perdido la cordura por el dolor y he estado haciendo todo lo procedentemente razonable, así que nadie con empatía o sin ella puede acaso reprocharme que no le echo ganitas.
Tampoco es afán de escandalizar; ya que si le he fallado a la fe, sé que le he fallado a Dios y si le he fallado a Dios, me fallé a mí misma.
Y sin embargo, es precisamente en Dios que es amor, que me resguardo.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sincera y respetuosamente me pongo de pie, por que se y bien que se que no es nada fácil enfrentar al dolor y menos reconocerlo, se como te dije una vez que veo en ti una gran capacidad para enfrentar al dolor no con resentimiento y pesadumbre, sino como un reto. De la mano de Dios, a ese que confiesas haberle fallado, encontraras su infinita misericordia, todos los días de tu vida. Te quiero mucho y se que en medio de mis tormentas eres un puerto que en múltiples veces me ha ayudado a encontrar a Cristo. Te Quiero Mucho AMIGA y puedo y debo decirlo en mayúscula, pero que te confieso que me has devuelto el sentido real de la AMISTAD. Dios te bendice y te prueba (hoy lo se) por que te ama infinitamente por y para la eternidad!!! (Chabela Vargas)

Araceli Gallardo Peña dijo...

Gracias Chabela Vargas... me reconfortan tus palabras ;)

pato dijo...

Para eso este espacio, para escribir, gritar y soltar todo nuestro dolor, nadie nos dice ni nos reclama nada, aquí encontramos amigos, verdaderos amigos llenos de luz que siempre nos dan ánimos y por sobre todo nos " escuchan "
Esto pasará. Te dejo abrazos muy apretados.