HAY DE OSOS A OSOS

Pero el que protagonizamos el domingo mi hermana y yo, es sin igual; todo empezó porque a eso de las casi 9:00 pm se le ocurre a mi hermana ir a rentar películas en un Movie Center que acaba de abrir cerca de mi casa, en vista de que un día antes nos habíamos desvelado porque festejamos el cumpleaños de ella, y por lo mismo habíamos dormido gran parte del domingo y no teníamos nada de sueño, siendo así las cosas me dijo: “¿Vamos a rentar películas?” Y yo ni tarda ni perezosa le respondí que si, y me dijo saca el recibo de la luz que acabas de pagar para llevarlo como comprobante de domicilio, entonces al sacarlo de mi bolsa estiré mi mano para dárselo, entonces me dijo llévatelo tú… yo lo dejé en el sillón y me fui al cuarto a peinarme, al salir, yo cerré la puerta y nos subimos al carro y allá íbamos, de hecho en el camino dijimos, qué bárbaro no está tan lejos nos hubiésemos venido a pie, calculando no sé cuanto sea en metros pero hubiesemos hecho de 15 a 20 minutos para llegar caminando, el caso es que llegamos y en cuanto entramos me dice mi hermana… dame el recibo y yo: :s ¡uuups no me lo traje! Cosa rara mi hermana no rezongo, sino que me dijo voy a ir por él, mientras tú ve viendo qué películas podemos rentar… En eso estaba en el primer block de películas cuando veo que llega y pensé ¡qué rápida! Y luego se baja del carro entra en la tienda y me dice con una risita: “¡las llaves de la casa!”, “aaaach le dije si aquí las traigo en las manos y no caí en cuenta”, se las dí y ella prosiguió con su misión de ir por el recibo de la luz… En esta ocasión se tardó un poco más, el caso es que acabe de darle la vuelta a toda la exhibición de películas, debido a que es muy chica la tienda, y que veo que se baja del carro a carcajada abierta, y yo con cara de “what” ¿qué te pasa? Le digo… Y no podía parar de reír, para esto el encargado de la tienda ya nos veía con ojos de “estas mujeres me parecen sospechosas”, y ella no podía ni hablar de la risa, la cual me contagio sin saber el motivo de por qué se reía, hasta que me pudo exclamar ¡Es que se me olvidó el recibo! Y yo: “¡naaaaaah! Mentirosa… ¿cómo se te va a olvidar? Me estás bromeando ¿verdad?” y a ella más risa le daba y se recargaba en mí para seguirse riendo a gusto y yo ya capté que no estaba bromeando en realidad se le olvidó el recibo, o sea a esas alturas ya llevaba 3 vueltas y no llevaba el dichoso recibo, entonces me carcajee yo también y allí estábamos risa y risa, el muchacho se empezó a notar visiblemente nervioso; al ratito ya me pudo explicar mi hermana que en cuanto a la casa se fue directo al baño, para luego salir muy campante del baño y de la casa como si nada, y ya cuando estacionó el carro de nuevo en la tienda de video y verme allí dentro, cayó en cuenta que había ido por el recibo y no lo había agarrado, jajajaja el caso es que me dijo… ¿no será una señal de que no debemos rentar?, el caso es que se voltea hacia el encargado y le pregunta ¿a qué horas cierras? A las 10:30; pues si alcanzamos a volver, ¿qué hacemos? Me dijo y yo pues no sé… salimos de allí muy pensativas ¿en qué hacer?, a ella ya le daba vergüenza volver, pero íbamos atacadas de la risa en el trayecto y bueno al llegar a casa se decidió por si volver siempre a la tienda, me bajé en esta ocasión yo por el recibo, y luego volvimos, el muchacho se nos quedó viendo con cara de: ¡ahí vienen otra vez! Jajajajaja ¡pobre hombre! , el caso es que este fue nuestro osote, y en nuestro caso la 4ª fue la vencida.