martes, mayo 10, 2005

EVANGELINA

Mamá tengo tantas cosas que decirte,
como que siento en el corazón tus dolores,
y que apenas con el tiempo, con el mucho tiempo
He empezado a comprenderte
Y no recriminarte tus errores
Olvidarme de ellos
Tener humildad y quedarme callada mejor
Cuando no estoy de acuerdo del todo con tus procedimientos
A No juzgarte y amarte así tal cual eres
Y tal como mereces
Porque me has enseñado a ser fuerte
A soportar los fracasos
A no desfallecer
Y todo esto sin una sola palabra
Sólo con tu ejemplo
Con tu proceder.
Mamita ¿recuerdas cuando vivíamos sin Dios?
¿Que tan sin sentido era nuestra existencia?
¿Cómo nos estábamos derrumbando como familia?
¿Recuerdas cuando estuviste postrada en esa cama
Desgastándose tu salud física cada vez más ?
¿Como veías que yo, la mayor
Hecha sólo una adolescente
De esas que por cosas normales de la vida
Su vida gira en el egocentrismo
Y nunca me obligaste a hacerme cargo de las cosas de la casa
Porque sabías que yo no estaba capacitada para ello
Ya que en cierta medida te parecía injusto ?
Me suplicabas cuando querías que te ayudara
Mi padre lo único que atinaba hacer era trabajar y trabajar

como siempre en su desesperación por evadir la realidad,
Mientras la limpieza del hogar, la comida, la ropa
Todo era un desastre por no decirlo peor,
no funcionaba nada
Y tú llorabas y llorabas
Yo tendría 17, mis hermanos 14, 11 y 8 años.
¡Cómo soportaste tanto tiempo postrada
Cómo te levantabas arrastrándote apenas
Llena de dolor y con un esfuerzo sobrehumano
Para poder hacer muy poco por nosotros.

Dolores tanto físicos como morales!
Y un buen día mamá aclamaste a Dios
Llegaron a ofrecerte oración para que sanaras
Llegaron y tú te abandonaste a Dios
Le depositaste toda tu confianza
Toda tu fe... después de haber vivido tan lejos de él
Y te entregaste a él por completo
Y durante esos buenos días
Ocurrió el milagro mamita
Te levantaste de la cama
Volviste a caminar
Volviste a tener esperanza
Y te acercaste al Padre del cual no te has vuelto a separar.
Muchos dolores te aquejan
El dolor de tus hijos
Nuestros fracasos, nuestras consecuencias
Pero ¿sabes qué? Por mi no te mortifiques
En tu honor y por tu fuerza,
Yo soy feliz porque así lo he decidido
Y porque así lo mereces,
Porque mucho camino hay aún por recorrer,
Porque a mi lado has sufrido
Cuando me has visto vencida
Yo sé que tus oraciones me han dado la fortaleza
Que se requiere en esta vida
Y la alegría para disfrutarla.
Y porque la esperanza nos dice mamá
Que hay un mejor mañana esperando
Para compensarte todas las lágrimas
Y las ganas y las garras con las cuales
Te aferraste a la vida en aquella ocasión
Y porque nos has seguido dando vida
Cada segundo después de que nos pariste
Y por eso yo vivo eternamente agradecida a Dios
Por haberte devuelto la salud y la vida
Con aquel milagro
¡Dios te bendiga Mamá!
Y distando mucho de ser una hija ejemplar
Te amo con toda la intensidad
De la que es capaz mi corazón.

Tu hija Araceli

3 comentarios:

Bel dijo...

Felicidades a tu mami Shely, ¡un abrazo de mi parte! :)

Anónimo dijo...

te felicito shely!!! bonito texto.

Jerry dijo...

Qué bello pensamiento, mi maligna amiga. Me conmoví hasta las lágrimas. Léeme:
violentirapiunt.blogspot.com